El tren de
mercancías que realiza la ruta entre Madrid y la ciudad china de Yiwu, la más
larga del mundo, partió ayer hacia el país asiático con una carga de productos
españoles entre los que destaca vino, aceite y agua mineral.
El convoy
vuelve a China seis meses después de que llegara a Madrid el primer tren de
mercancías directo entre estos dos países con el fin de «impulsar un servicio
regular de tráfico de contenedores». El secretario de Estado de
Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, calificó ayer la partida de este tren con
destino asiático como el «renacer de una nueva Ruta de la Seda entre Europa y
África».
Gómez-Pomar
añadió que China es el primer país asiático para las exportaciones españolas,
además del tercer proveedor de España. «Por ello, constituye un mercado clave
para el intercambio comercial y para la expansión y exportación de muchas
empresas españolas», indicó.
Viaje de vuelta
El pasado
puente de la Constitución llegó a Madrid el primer tren de mercancías directo
entre ambos países, que fue puesto en funcionamiento por los operadores
logístico y ferroviario InterRail Services (IRS) y DB Schenker Rail, de
Deutsche Bahn.
El tren tardó
un total de veintiún días en realizar su trayecto, desde que partió el 18 de
noviembre desde Yiwu. Durante el viaje atravesó países como Kazajistán, Rusia,
Bielorrusia, Polonia, Alemania o Francia. Antes de pasar la frontera española,
el tren ya había recorrido 13.000 kilómetros.
Como en esta
ocasión, el tren transportaba cuarenta contenedores cargados de consumo
fabricados en Yiwu y cuyo peso bruto era de 1.400 toneladas. Estos trayectos,
que tienen una duración menor a las rutas en barco, abren la posbilidad de
establecer una línea de comunicación habitual entre ambos países a partir de
los próximos meses.
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