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lunes, 25 de mayo de 2015

RICHARD WAGNER / ALEMANIA.



RICHARD WAGNER:

(Leipzig, actual Alemania, 1813-Venecia, Italia, 1883) Compositor, director de orquesta, poeta y teórico musical alemán.

Si Beethoven fue la figura dominante de la música durante la primera mitad del siglo XIX, Richard Wagner gravitó sobre la segunda mitad. No fue sólo que la ópera wagneriana cambiara el curso de la música. También había algo mesiánico en el hombre mismo, cierto grado de megalomanía que se acercaba al desequilibrio mismo, y esa condición elevaba a una altura sin precedentes el concepto del “Artista como héroe”. Era un hombre de corta estatura -medía alrededor de un metro sesenta y cinco- pero irradiaba fuerza, confianza en sí mismo, rudeza y genio. Como ser humano era temible. Amoral, hedonista, egoísta, agriamente racista, arrogante, saturado de evangelios del superhombre (por supuesto, el superhombre era Wagner) y de la superioridad de la raza alemana… en una palabra, representaba todos los aspectos desagradables del carácter humano.


Este gran maestro del teatro musical nació en la ciudad alemana de Leipzig, en 1813. Su doble talento poético y musical lo llevó al campo de la ópera (que necesita ambas cosas) pero lo hizo rebelarse contra los argumentos superficiales o inútilmente sangrientos de los que gustaban especialmente los músicos italianos.

Las obras de Wagner —con la insignificante excepción de algunos ensayos juveniles— se mantienen hoy todas en los grandes teatros líricos del mundo entero, como caso único en la historia.


La primera obra de importancia es “El buque fantasma“, que narra la historia de un navegante condenado a errar por los mares, y su redención por el fiel amor de una muchacha. “Tannhauser” fue la obra siguiente, y después “Lohengrin”, tratando episodios de la remota historia germana y mezclándolos con figuras fantásticas.




Hasta ese momento la vida de Wagner es la común a los jóvenes músicos que buscan empleo en los teatros escalando posiciones. Pero Wagner abandona esta carrera huyendo de Riga a París, donde lo esperan amargos años. Finalmente es contratado como director de orquesta en la Opera de Dresde.

De allí ha de huir otra vez —esta vez por razones políticas— en 1849, con la partitura del “Lohengrin” recién terminada; se dirige a Weimar donde reside Liszt, le entrega la obra (que Liszt en 1850 estrena sin que Wagner pueda asistir) y recibe ayuda para refugiarse en Suiza.


Allí reside luego largos años. Las obras que siguen son: “Tristán e Isolda“, “Los maestros cantores de Nuremberg” y el ciclo “El anillo de los Nibelungos“, que consta de cuatro dramas: “El oro del Rin“, “La Walquiria“, “Sigfrido” y “El ocaso de los dioses”.

Federico Nietzsche había conocido a Wagner en 1868, y prácticamente se había zambullido en la veneración dispensada al hombre y a su música (especialmente a Trístán e Isolda). En 1872 publicó El nacimiento de la tragedia a partir del Espíritu de la Música, una obra en la cual se interpretaba la tragedia griega de acuerdo con los conceptos wagnerianos. El concepto nietzscheano de lo apolíneo (puro, clásico), y lo dionisíaco (salvaje, romántico), como los contrarios delineados en su libro, impresionó profundamente el pensamiento estético contemporáneo. Más tarde, Nietzsche habría de reconsiderar su adoración de Wagner, y con el tiempo se apartaría de esa órbita y afirmaría que Carmen, de Bizet, era la ópera perfecta. Pero durante mucho tiempo Wagner contó con el apoyo del filósofo alemán más leído.


La vida de Wagner sigue en dramáticos altibajos. Regresa a la patria pero los teatros no acogen sus obras porque las juzdosas. Hasta que un día el joven rey de Baviera, Luis II, romántico él mismo como los dramas de Wagner, invita a éste a residir a su lado y a estrenar sus ‘nuevas obras en el teatro de la corte de Munich.




Hacia el final de su vida, Wagner, ahora celebrado e importantísimo, construye en la ciudad de Bayreuth su propio teatro, que hasta el día de hoy no ofrece sino sus obras. Para este Teatro de los Festivales compone su última obra, “Parsifal”. Y en Bayreuth fue sepultado como un rey, después de haber muerto en Venecia, en 1883.

No hubo otro compositor que exigiera tanto de la sociedad, y Wagner ciertamente no se mostraba vergonzoso cuando se trataba de sus necesidades. “No soy como otras personas. Necesito brillo, y belleza y luz. El mundo me debe lo que necesito. No puedo vivir con la miserable pitanza de un organista, como vuestro maestro Bach.” Su egoísmo frisaba en la locura.


No tenía ningún empacho en escribir a un joven a quien apenas conocía para pedirle dinero. “Para usted será bastante difícil suministrarme esta suma, pero podrá hacerlo si lo desea, y no retrocede ante el sacrificio. En todo caso, es lo que yo deseo… ¡Ahora, veamos si usted es el hombre que tiene que ser!” Después hay un intento de seducción: “La ayuda que usted me preste lo acercará mucho a mí, y el verano próximo usted tendrá el placer de recibirme durante tres meses en una de sus propiedades, preferiblemente la que se encuentra en Renania.”

El joven, que era Robert von Horstein, rehusó dar el dinero a Wagner, quien en realidad se sorprendió. ¿Cómo era posible que una nulidad tal rehusara subsidiar a un hombre como él? Envió una nota a Horstein, desechándolo definitivamente: “Probablemente nunca volverá a repetirse que un hombre como yo acuda a Ud.”

EL PROYECTO BEYREUTH: Ya en 1870 Wagner contemplaba seriamente la posibilidad de contar con un teatro para festivales, que se consagraría en forma exclusiva a las obras que él había creado. Halló el asiento ideal en la tranquila y pequeña localidad bávara de Bayreuth.




Al principio el rey Luis recibió fríamente la idea. Se constituyeron sociedades en Alemania entera, y los amigos de Wagner realizaron los mayores esfuerzos con el fin de recaudar fondos. Wagner envió una circular, fechada el 12 de noviembre de 1871, para anunciar que El Anillo de los Nibelungos inauguraría Bayreuth en 1873.“Quienes donen dinero recibirán la denominación y los derechos que corresponden a los patrocinadores de las representaciones de Bayreuth, y la ejecución de la empresa estará exclusivamente a cargo de mi saber y mis esfuerzos. La propiedad raíz que resulte de esta empresa común será puesta a mi disposición, y estará sujeta a los arreglos futuros que yo considere más convenientes para el sentido y el carácter ideal de la empresa.”
Wagner salió de Triebschen, ordenó construir una villa cerca del teatro destinado al festival de Bayreuth, y supervisó los trabajos. En Viena, Hanslick se mostró sorprendido: “Wagner”, escribió, “es afortunado en todo. Al principio reniega contra todos los monarcas, y un rey magnánimo lo recibe con halagador afecto y le permite llevar una existencia liberada de preocupaciones e incluso lujosa. Después escribe un folleto contra los judíos, y toda la judería, en el ámbito de la música y al margen de ella, le rinde el homenaje más celoso, a través de las críticas periodísticas y la compra de pagarés en beneficio de Bayreuth”


El proyecto de Bayreuth gozó de publicidad mundial, pero el dinero afluía lentamente. Wagner tuvo que cancelar sus planes para una temporada en 1873. Se contaba con menos de la mitad de los fondos necesarios. Wagner depositó todas sus esperanzas en el rey Luis, y no sufrió una decepción. En 1874 el rey adelantó dinero suficiente para reanudar los trabajos del proyecto. Este suscitaba mucha oposición en Bavaria. Se lo atacaba como un absurdo, como una prueba de la locura del rey.
Cuando se agotaron los fondos del monarca, Wagner comenzó a realizar giras como director de orquesta con el fin de reunir dinero. Durante un tiempo se dudó del destino de Bayreuth. De todos modos, se completó la construcción del edificio y en 1876 se celebró el primer Festival de Bayreuth. El Anillo de los Nibelungos, con la dirección de Richter, fue representada tres veces. La primera temporada reveló un enorme déficit, y nuevamente se dudó del futuro de Bayreuth. Antes de 1882 no fue posible considerar la posibilidad de un segundo festival.



La primera temporada de Bayreuth fue el acontecimiento musical de la década. Unos 4.000 visitantes, incluidos sesenta periodistas de todo el mundo, invadieron la minúscula aldea. Asistieron el emperador de Alemania, el emperador y la emperatriz de Brasil, el rey de Bavaria, el príncipe Jorge de Prusia, uno de los príncipes Hohenzollern, el príncipe Wilhelm de Hesse, el gran duque Vladimir de Rusia, el gran duque de Mecklenburgo, el duque de Anhalt-Dessau, y otro miembro de la nobleza.

Tan intenso fue el interés despertado por el festival que los dos críticos llegados de Nueva York – tanto elTimes como el Tríbune enviaron cronistas- obtuvieron autorización para usar el nuevo cable transatlántico y enviar instantáneamente sus despachos, Entre las cosas que informaron cabe mencionar el desagrado provocado por la falta de comodidades.

“La gran distancia desde el pueblo, a lo largo de un camino sucio, sin sombra ni restaurantes, provoca mucho descontento. Este descontento se agrava diariamente”, decía el Times. El público escuchaba la música con cierto asombro, pero también con sincero entusiasmo. Al fin de cada ópera hubo una ovación, pero no se permitió que los cantantes salieran a escena para saludar.” La razón de esta actitud fue explicada por Herr Wagner y los principales artistas, que señalaron que las apariciones antes de que descienda el telón tenderían a quebrar la unidad de la representación.


 “Al termino del festival se ofreció una gran fiesta para más de 500 personas. Wagner pronunció un largo discurso, fue ovacionado y rindió tributo a Liszt; dijo que le debía todo, y después Liszt se puso dé pie para pronunciar su discurso. “Otros países”, dijo, “saludan a Dante y a Shakespeare. Por lo tanto”, volviéndose hacia Wagner, “soy vuestro más obediente servidor.”

Desde el punto de vista musical, la temporada de Bayreuth fue el punió crucial en el destino europeo de Wagner. No sólo el público estaba formado principalmente por admiradores de Wagner, sino que los críticos (incluidos los de Nueva York) eran casi todos defensores del compositor.





RICHARD WAGNER

Composer (LEIPZIG 1813 - Venice 1883).
German musician; It was born into a humble home and their beginnings were very difficult, not only by the lack of protective but also for its independent character.

His first musical works reveal the influence of Beethoven and Mozart and did not have much acceptance. In 1849, he starred in a failed revolutionary movement and had to flee to Zurich; but when and economic hardship and misunderstanding had become almost dramatic, Wagner found the support of King Ludwig II of Bavaria and because he was able to build the theater of Bayreuth (1876) which are exclusively represented their works.


Their activity was since then tirelessly since, without abandoning the music, philosophy, literature and aesthetics was also dedicated. He wrote the arguments of some of his operas, using sources of tradition and the Germanic mythology. His musical work has received the most exalted praise, but also the harshest criticism, because it was a true innovator, who exerted a profound influence on the dramatic symphonic music in general and in particular by the brilliance


of his orchestrations and his special conception of the opera, music prevails over the text. Wagner married twice, but his love and his partner was Liszt's daughter, Cosima, with whom he married in 1870.


Musical works: The Flying Dutchman, Tannhauser, Tristan and Isolde, Lohengrin, Die Meistersinger von Nuremberg, Parsifal, The Ring of the Nibelungen; the latter is a tetralogy that includes three works: The Rhinegold, The Valkyrie, Siegfried and Götterdämmerung.



Among his books are: The Art and Revolution, The music of the future and the art of the future.


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