La situación política a la que se enfrenta España en 2015 es inédita ante
un escenario político con cuatro elecciones autonómicas en Andalucía,
municipales, autonómicas en Cataluña y legislativa, en ese orden.
España avanza por la senda de una recuperación económica, la cual será
clave para que el gubernamental Partido Popular (PP) vuelva a ganar unos
comicios que se perfilan como los más reñidos en la democracia española.
La comunidad autónoma de Andalucía, en el sur de España, celebrará elecciones
autonómicas el 22 de marzo, las primeras en el país de las cuatro previstas
para este año.
Unos comicios autonómicos que se adelantan por la ruptura con la coalición
con Izquierda Unida (IU, de tendencia comunista), según fuentes del Ejecutivo
socialista andaluz, pero que tienen una enorme vitalidad para ver cómo se
desarrollan con el ascenso de la formación Podemos en todo el país y que puede
comer terrenos a socialistas y populares.
Luego vienen las elecciones municipales el 24 de mayo, unas elecciones que
suelen marcar el futuro de las generales y donde en estos comicios municipales
los sondeos son muy diversos, con caídas en la intención de voto en los
principales partidos tradicionales como el Partido Socialista Obrero Español
(PSOE) y el Partido Popular (PP).
Esta situación puede romper el clásico bipartidismo que ha existido durante
toda la democracia, pero que en las grandes capitales como el restos de los
municipios, más de 8.000 pueblos o ciudades en toda España, pelearán por
configurar unos resultados vitales para el devenir político en los próximos
cuatro años.
Las terceras elecciones en disputa serán las autonómicas de Cataluña, el 27
de septiembre, en unos comicios de reto al Gobierno del Estado, donde los
nacionalistas catalanes pretenden que sean plebiscitarias, para sentar las
bases de una independencia de esa región en el noreste de España.
Sin embargo, en distintas ocasiones el Gobierno de Mariano Rajoy ya ha
hecho saber al Ejecutivo catalán que sólo tienen carácter autonómico y no tienen
cualquier otra validez política que se quiera interpretar.
Y, por último, están las elecciones legislativas o generales que se
celebrarán en noviembre o diciembre de este año, aún sin determinar la fecha
exacta, y que son las más importante dentro del panorama político español con
una serie de nuevos candidatos y nuevos partidos.
Estos factores pueden condicionar ya no sólo el bipartidismo entre
socialistas y populares, sino que no haya mayorías suficientes para gobernar y
se ingrese a un terreno de coaliciones, sin conocer con exactitud cómo será su
desarrollo político.
En definitiva, tras el sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas
(CIS) de esta semana, el gobernante PP puede volver a ganar las elecciones en
España si los comicios se celebrarán ahora, con 27,3 por ciento de las
intenciones de voto.
En tanto, la nueva formación política Podemos puede convertirse en la
segunda fuerza del país con 23,9 por ciento del voto y en tercera posición, la
primera vez en 30 años, lo ocuparía el PSOE, por ahora principal partido en la
oposición.
Lo sorprendente es, sin embargo, el ascenso de Podemos, partido que lidera
Pablo Iglesias, una formación muy pareja con la Coalición de Izquierda Radical
(Syriza, en griego), de Alexis Tsipras, que acaba de ganar las elecciones en
Grecia.
No obstante, las encuestas sobre preferencia electoral en España se
levantaron antes de que estallaran algunos casos de corrupción que vinculan a
algunos líderes de Podemos, por lo tanto habrá que ver como transcurren los
futuros acontecimiento de esta nueva formación política que recoge el
descontento de una gran parte de la sociedad española.
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