La policía
suiza detuvo a primera hora del miércoles a siete ejecutivos de la FIFA, el
organismo rector del fútbol mundial, para enfrentar cargos de corrupción ante
la justicia estadounidense.
Entre los
detenidos hay cinco latinoamericanos.
La operación
se llevó a cabo en un hotel en Zúrich, según confirmaron fuentes oficiales a la
BBC.
A los
arrestados se les vincula a una supuesta trama de corrupción generalizada en la
organización, que involucra sobornos valuados en unos US$150 millones, durante
más de 20 años.
Los cargos
que enfrentan incluyen lavado de dinero, crimen organizado y fraude
electrónico.
En una
investigación aparte, la sede principal de la FIFA en Zúrich también fue
allanada, donde se incautaron documentos físicos y archivos electrónicos.
Los miembros
de la FIFA se encuentran en la ciudad suiza para participar el viernes en su
reunión anual, donde además se eligirá a su presidente.
El actual
presidente, Joseph Blatter -que, se dice, no está entre los detenidos-, busca
renovar un quinto mandato.
Un portavoz
de la FIFA aseguró que el congreso sigue adelante y que la elección no se
pospone.
Los siete
arrestos en Suiza se producen como parte de una operación mayor ordenada por un
tribunal de Nueva York, que incluye formulación de 47 cargos contra 14
personas.
Además de la
sede de la FIFA en Zúrich también se realizó un operativo en la sede de la
Concacaf en Miami.
El
Departamento de Justicia de EE.UU. indicó que el caso se remonta a 1991.
"Dos
generaciones de funcionarios de fútbol abusaron de su posición para obtener
ganancias personales".
Según las
autoridades estadounidenses, la mayoría de los ardides involucraban sobornos
pagados por ejecutivos de mercadeo de compañías deportivas a funcionarios de la
FIFA en conexión con la comercialización de derechos de eventos deportivos como
las eliminatorias a la Copa del Mundo en la región de la Concacaf, la Copa
América de la Conmebol, la Copa Libertadores y la Copa de Brasil.
A cambio de
los supuestos pagos, de más de US$150 millones, se cree que los sospechosos
recibieron derechos de transmisión, publicidad y patrocinio vinculados a
torneos de fútbol en América Latina.
Según la
formulación de cargos que presenta Estados Unidos, estos delitos fueron
acordados y preparados en ese país, y los pagos fueron realizados por medio de
bancos estadounidenses.
Por su
parte, la justicia suiza anunció que había abierto una investigación diferente
por supuestos sobornos y lavado de dinero en relación con la designación de
Rusia y Qatar como sedes de los mundiales de fútbol de 2018 y 2022,
respectivamente. Por esta investigación se allanó la sede de la FIFA en Zúrich.
En una rueda
de prensa realizada cuatro horas después de los arrestos, Walter de Gregorio,
portavoz de la FIFA, aseguró que la investigación era producto de una queja
presentada por la organización en noviembre pasado.
Sin embargo,
agregó que los operativos los había tomado por sorpresa.
Agregó que
la FIFA recibía con complacencia los operativos.
"Estamos
contentos con lo que está ocurriendo, pero ciertamente es también un momento
triste para nosotros", aseveró De Gregorio.
Clarificación:
El periódico
New York Times indica que oficiales de la policía suiza vestidos de civil
tomaron las llaves de las habitaciones en la recepción del Hotel Baur au Lac,
donde están hospedados los ejecutivos, y se dirigieron a sus cuartos.
Se dijo que
la operación se realizó pacíficamente.
Uno de los
funcionarios detenidos es Jeffrey Webb, vicepresidente de la FIFA y jefe de la
Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF), informa
el corresponsal de la BBC Richard Conway, quien está en el hotel en Zúrich.
Asimismo se
dice que otro funcionario del organismo, Eduardo Li, de Costa Rica, fue sacado
de su cuarto y del hotel por las autoridades suizas.
Se informa
que otros funcionarios que enfrentan cargos -aunque no se reportó si han sido
detenidos, son Jack Warner, ex vicepresidente de la FIFA; Julio Rocha,
expresidente de la asociación de Fútbol de Nicaragua; Rafael Esquivel, actual
presidente de la Federación de Fútbol de Venezuela y Nicolás Leoz, expresidente
de la Conmebol.
El
comunicado del Departamento de Justicia de Estados Unidos también reporta
cargos contra al argentino Alejandro Burzaco, presidente de la empresa de
medios deportivos Torneos y Competencias y Hugo y Mariano Jinkis, de quienes
dicen que son ejecutivos de la empresa Ful Play Group S.A., con sede en
Argentina.
El New York
Times indica que también se espera que se presenten acusaciones contra
ejecutivos de publicidad deportiva, tanto en Estados Unidos como en América del
Sur, incluidos Alejandro Burzaco, Aaron Davidson, Hugo Jinkis y Mariano Jinkis,
así como contra José Marguiles, un intermediario que supuestamente facilitó
pagos ilegales.
Un portavoz
de la FIFA afirmó que la organización está buscando clarificar la situación.
La Oficina
Federal de Justicia Suiza indicó en una declaración el miércoles que las
autoridades de Estados Unidos sospechan que los funcionarios recibieron
millones de dólares en sobornos durante años.
Afirma que
los individuos están siendo investigados "bajo sospecha de aceptar
sobornos y otros pagos entre principios de los 1990 y el día de hoy".
La BBC tiene
información de que el príncipe Ali Bin al-Hussein de Jordania, quien es rival
de Blatter para la presidencia de la FIFA, y sus asesores se reunirán más tarde
el miércoles para discutir el impacto de los arrestos en la elección para la
presidencia este viernes.
A principios
de mes, Blatter señaló que estaba conciente de que algunos de sus excolegas
estaban siendo investigados.
The indictment also alleges that
corruption and bribery extended to the 2011 presidential FIFA election, and to
agreements regarding sponsorship of the Brazilian national soccer team by a
major U.S. sportswear company," U.S. Attorney General Loretta Lynch told
reporters in New York on Wednesday while providing details about the U.S.
corruption investigation into FIFA officials and others.
FIFA executives and others used bribes
to influence where the 2010 World Cup would be held, Lynch told reporters
Wednesday while providing details about the U.S. corruption investigation of
FIFA. The 2010 World Cup was held in South Africa.
FIFA executives and others used bribes
to influence where the 2010 World Cup would be held, Lynch told reporters
Wednesday while providing details about the U.S. corruption investigation of
FIFA. The 2010 World Cup was held in South Africa.
"The next step in the process is
extradition," U.S. Attorney General Loretta Lynch says of the FIFA
investigation.
Success:
• Jeffrey Webb, FIFA's vice president,
"used his position of trust to solicit bribes from sports marketing
executives," acting U.S. Attorney Kelly T. Currie of the Eastern District
of New York says.
• The indictment "is the beginning
of our work, not the end" of an effort to rid global soccer of corruption,
Currie says
• Swiss Federal Police will question
Russian Sports Minister Vitaly Mutko about how FIFA awarded the 2018 World Cup
to Russia and the 2022 World Cup to Qatar, an official with knowledge of the
investigation has confirmed to CNN. Mutko is one of 10 people who took part in
the voting to be investigated.
• Charles Blazer, a former member of the
FIFA Executive Committee, amassed $11 million in unreported income, says
Richard Weber, director of the IRS Criminal Investigation Division.
Soccer's powerful governing body found
itself on the defensive on two fronts Wednesday: one a Swiss investigation into
World Cup bidding and the other a sweeping U.S. indictment homing in on what
America's top justice official called "corruption that is rampant,
systemic and deep-rooted."
Swiss authorities raided FIFA's
headquarters in Zurich on Wednesday, the same day they announced an
investigation into the last two awarded World Cup bids -- to Russia in 2018 and
Qatar in 2022 -- both of which had come under fire.
But the day's more definitive and, right
now, damning action came out of the United States.
That's where the Justice Department
announced the unsealing of a 47-count indictment in a federal court in
Brooklyn, New York, that detailed charges against 14 people for racketeering,
wire fraud and money laundering conspiracy. They include FIFA officials accused
of taking bribes totaling more than $150 million and in return providing
"lucrative media and marketing rights" to soccer tournaments as
kickbacks over the past 24 years.
"The defendants fostered a culture
of corruption and greed that created an uneven playing field for the biggest
sport in the world," FBI Director James Comey said in a news release.
"Undisclosed and illegal payments, kickbacks and bribes became a way of
doing business at FIFA."
FIFA election to go on, despite cloud
Seven people were arrested Wednesday in
Zurich with help from Swiss authorities, among them Jeffrey Webb, a FIFA vice
president and head of CONCACAF, the FIFA-affiliated governing body for North
America and the Caribbean.
FIFA president Sepp Blatter's
2011 remarks on racism in football -- that on-pitch abuse can be solved with a
handshake -- were just one of a series of controversial quotes to be attributed
to the head of world soccer.
FIFA President Sepp Blatter is not one
of those arrested or facing charges by U.S. authorities. But he was among those
investigated, and officials say that part of the probe continues.
The cloud of alleged wrongdoing won't
change Blatter's plans to travel to Canada, which has an extradition agreement
with the United States, said FIFA spokesman Walter De Gregorio.
Nor will it affect executives from
soccer's scandal-plagued governing body from gathering Friday to possibly elect
Blatter to a fifth term, despite questions raised by Greg Dyke, the head of
Britain's Football Association, in light of Wednesday's developments.
The plans for future World Cups in
Qatar, which has been dogged by criticism for its treatment of foreign workers
rushing to build stadiums, and Russia are still on as well, De Gregorio said.
Yet Prince Ali bin Al Hussein of Jordan,
one of those challenging Blatter for FIFA's presidency, said Wednesday that
"we cannot continue with the crisis."
"FIFA needs leadership that
governs, guides and protects our national associations," said Ali, who has
blasted FIFA's "culture of intimidation."
"Leadership that accepts
responsibility for its actions and does not pass blame. Leadership that
restores confidence in the hundreds of millions of football fans around the
world."
De Gregorio, the FIFA spokesman,
scarcely mentioned the U.S. indictment in a news conference Wednesday, though
he did try to put a positive spin at least on the Swiss investigation.
"This for FIFA is good," he
said. "It is not good in terms of image, and it's not good in terms of
reputation, but in terms of cleaning up, in terms of everything what we did in
the last four years."
This assessment was shared by others
around the globe, albeit for different reasons. They include those, like
English football legend Gary Lineker, who have long ripped FIFA as a
self-serving, corrupt organization.
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