Rocío
Jurado
(Rocío
Mohedano Jurado; Chipiona, 1945 - Madrid, 2006) Cantante española de copla,
flamenco y canción melódica. Su estilo, mezcla de referencias andaluzas,
grandes orquestaciones y toques pop, caló en el gusto popular gracias a su
dominio de la escena y a los matices de su voz, dúctil y potente al mismo
tiempo. La constante presencia de su imagen en las revistas de actualidad fue
sólo un reflejo de la admiración que despertaba entre el público.
Rocío
Jurado inició muy tempranamente su carrera como intérprete de flamenco. En 1961
debutó en un concurso organizado por Radio Nacional de España en Sevilla.
Animada por los miembros del jurado, entre los que figuraban conocidas
personalidades del momento, se trasladó a Madrid, y meses después fue contratada
para intervenir en el espectáculo del cantaor Enrique Castellón Vargas (apodado
El Príncipe Gitano), en el que también participaba como artista de primera fila
Manolo Escobar. Con él recorrió los más diversos escenarios, recogiendo las
enseñanzas que sólo el contacto directo con el público puede proporcionar.
En 1967
debutó en el Teatro de la Zarzuela, de la mano de Rosita Ferrer, en el
espectáculo Pasodobles. La tonadilla, estilo clave en las primeras etapas de su
carrera, fue dando paso a otros géneros, mientras se ganaba la voluntad de un
público que comenzaba a alejarse de los tópicos que siempre han mantenido la
"canción española". Tras estrenar por su cuenta el espectáculo Rosa y
aire, ganado ya el primer puesto entre las figuras de la música popular,
comenzó a realizar constantes giras por Hispanoamérica, durante las cuales
intervino en programas de televisión, y consiguió éxitos absolutos con álbumes
como Un clavel (1971), Soy de España (1973) y Amor marinero (1977).
Tras
eludir la etiqueta de "folclórica", su carrera prosiguió en ascenso,
ganándose el respeto de los ortodoxos del flamenco cuando editó Por fandangos
(1980), Canciones de España (1981) o Canciones de España inéditas (1988),
álbumes en los que demostraba el respeto que siempre había tenido hacia las
formas más genuinas del flamenco. En adelante, su faceta comercial (Como una
ola, de 1982, por ejemplo) y su faceta purista irían alternándose en función de
las necesidades de una carrera artística magníficamente planteada, en la que
siempre contó con autores de sólido prestigio como Manuel Alejandro para
componer sus temas.
El cine
también reclamó su presencia; en la década de los sesenta protagonizó tres
películas (Los guerrilleros, En Andalucía nació mi amor y Proceso a una estrella)
y en la de los ochenta volvió, reclamada por el premiado director Carlos Saura,
para intervenir en El amor brujo (1986) y Sevillanas (1992). Quienes tuvieron
la oportunidad de presenciar su actuación en Azabache, espectáculo ofrecido por
la organización de la Exposición Universal de Sevilla 1992, consideraron que su
presencia fue la más significativa de la programación preparada para el evento.
Separada
del ex boxeador Pedro Carrasco, con quien había contraído matrimonio en 1976,
su boda en 1995 con el torero José Ortega Cano fue una auténtica bomba
informativa. Su vida y la de su familia fueron un constante objetivo de los
flashes de las cámaras no tanto por su condición de personaje popular, sino por
la profunda admiración que siempre demostraron sus seguidores y por ser una de
las artistas más queridas por el público. El éxito nunca mermó sus aptitudes ni
sus ganas de trabajar, y siguió dando a luz nuevos trabajos: Como las alas al
viento (1993), La Lola se va a los puertos (banda sonora, 1993), Palabra de
honor (1994), Con mis cinco sentidos (1998), La más grande (2001) y Yerbabuena
y nopal (2003).
En
septiembre de 2004 anunció que padecía un cáncer de páncreas que la mantendría
una temporada alejada de los escenarios. Rocío Jurado hubo de pasar un calvario
de intervenciones y estancias en hospitales desde Houston hasta Madrid.
Mientras tanto, su estado de salud era objeto de continuas especulaciones en la
prensa del corazón.
En
enero de 2006 reapareció en un programa especial en TVE, Rocío... ¡siempre!, en
el que compartió escenario con grandes figuras de la canción española y
latinoamericana. Concedió al periodista Jesús Quintero una entrevista en la que
habló abiertamente de su carrera, sus pasiones y su dramática enfermedad; y
recibió la Medalla de Oro al mérito en el trabajo, otorgada por el Consejo de
Ministros. Pocos días después su estado volvió a empeorar, y fue intervenida
otra vez. Fallecería seis meses después, la madrugada del 1 de junio. Su
entierro y funeral, así como los actos conmemorativos que tuvieron lugar en
Madrid y en su Chipiona natal, fueron multitudinarios.
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