Nació
el 19 de julio de 1936 en un hogar humilde del Rimac. Su verdadero nombre era
Lucila Sarcines Reyes. Su padre don Tobías Sarcines, murió cuando Lucha tenía
apenas seis meses de nacida. Con la desaparición de su progenitor llegaron las
penurias económicas al hogar de doña Lucila Reyes que estaba integrada por 16
niños. Se dedicaba al oficio de lavandera, pero los ingresos no alcanzaban ni
siquiera para cubrir las necesidades básicas.aunque vivió varios años en el
Callao, al fondo de la calle Marco Polo, cerca de la Mar Brava. Su niñez fue
casi una tragedia, tanto que para sobrevivir trabajó hasta de
"canillita".
La
familia de la pequeña Lucha Reyes, ocupó un cuarto en el callejón del fondo de
la calle Mercedarias. Un recinto famoso en donde se reúnen cantores y
guitarristas de los Barrios Altos. Las jaranas son frecuentes y muchas veces
terminan en peleas. Allí se congregaban Felipe Pinglo, "El Cholo"
Nicolás, Pedro Espinel, "El Mono" Olivo, Reynaldo Adrianzén, Samuel
Joya, los hermanos Zapata y otros. En ese ambiente de entreveros, Lucha reyes
fue saturando su espíritu con las melodías criollas de antaño. La madre de
Lucha Reyes enfermó y tuvo que dejar de lavar ropa porque sufría frecuentemente
de fiebres y dolores musculares. Esta situación determinó que todos los días
mendigara un poco de comida en un convento.
Tiempo
después un pavoroso incendio, ocasionado por el lamparín que iluminaba su
vivienda, hizo que la familia se trasladara a los Barrios Altos, ésta zona de
Lima se caracteriza como la Cuna del Criollismo, vena fiel de Felipe Pinglo
Alva, Pedro Espinel, Samuel Joya entre otros tantos...
Lo
resaltante a tanta vida sufrida es que a Lucha le gustaba el canto, y lo hacía
con toda el alma, con la emoción y sentimiento muy particular en ella. Se toma
otra decisión ya que cada vez se agudizaba la situación económica en la
familia, y lo mejor fue enviarla al Convento Franciscano de Nuestra Señora de
la Caridad del Buen Pastor, a cargo de Religiosas. En Lucha inculcaron los
valores, ver la vida desde el punto humano y formarla espiritualmente, la
ayudaron a estudiar hasta el tercer grado de primaria. Moldearon su carácter y
decidieron lanzarla al ruedo de la vida.
Años
más tarde contrae matrimonio con un sargento de la Guardia Civil, relación que
estuvo marcada por la violencia y duró corto tiempo, dejando en ella el trago
amargo de la infelicidad del hogar. Poco tiempo después se supo de una segunda
relación de la cual no se tiene información precisa; pero se sabe que también
tuvo corta duración. Lucha con 16 años concibe en 1952 a su hijo Humberto Cueto
Sarcines. y en 1953 a Alejandro Cueto Sarcines.
Surgió en "El Sentir de los Barrios",
un programa que se propalaba por radio "El Sol". Cuando por sus
cualidades de cantante empezó a abrirse camino, la "bautizaron" con
el nombre de "La Morena de Oro". Solía presentarse en los
restaurantes "El Parral" y "El Palmero".
Cuando
su madre logró recuperar la salud, consiguió internarla en el convento Buen
Retiro, de las Madres Franciscanas, donde permaneció por espacio de ocho años.
Al evocar su estadía en el convento solía decir: "Allí supe ver la vida
desde un plano más humano y cristiano. Estudié hasta el tercer año de primaria
y por otro lado aprendí costura y otros trabajos manuales... El afecto y el
apoyo moral de las religiosas moldearon mi carácter y me prepararon para
afrontar con entereza el infortunio y las adversidades. El día de la despedida
lloré mucho porque tenía buenas compañeras y me había acostumbrado a la
tranquilidad conventual".
Su vida
hecha canción, Posteriormente a mediados de la década de los años 1950,
entra sin proponerse a Radio Victoria, en un programa de aficionados llamado
"El sentir de los barrios"; ahí debutó cantando el vals de Sixto
Carrera "Abandonada", teniendo un éxito rotundo, la acompañaron en
las guitarras en esa oportunidad: Bernardo Herrera y Guillermo Ocharán, se supo
vagamente que formó un dúo llamado Lucha y Juan, pero es algo que todavía no
puede confirmarse. Pareciese que su vida cambiaría, pero no era el momento aún.
Empezó la naturaleza a cobrarle la factura de su cruda infancia, y su salud se
convirtió un arma de doble filo. Unos exámenes médicos arrojan como resultados
diabetes emotiva y tuberculosis pulmonar, y se interna en 1959 en el Hospital
Hipólito Unanue ex Bravo Chico, donde permaneció un año en observación. Debido
a su espíritu alegre y cooperador se ganó rápidamente la simpatía y el cariño,
tanto de las religiosas como del cuerpo médico.
En
1960, luego de ser dada de alta y habérsele controlado la enfermedad volvió al
canto y en el Teatro Pizarro de los Barrios Altos, hace nuevamente éxito con el
vals "Abandonada". Un buen día Gonzalo Pizarro, la visita en la casa
de su entonces suegra cerca a la plazuela Santa Clara y la lleva a presentarse
donde Augusto Ferrando, quien luego de las audiciones necesarias que le realizó
la integra a su famosa Peña Ferrando, llevándola a provincias y presentándola
en Lima: imitó a Celia Cruz, Toña la Negra y a Celina González. Permeneció en
la peña hasta 1970. A mediados de los años 1960, Piedad de la Jara la contrata
y le hace trabajar en la famosísima "Peña Karamanduca". es allí donde
empezó sus mejores épocas en su ya carrera como cantante. Muy particular en su
vestimenta eran sus multicolores pelucas que usaba con los diferentes estilos y
cortes de la moda, en una entrevista durante su programa radial uno de sus
admiradores le preguntó por medio de uno de los coanimadores, ¿Cuál era el
número exacto de pelucas que ella tenía?, a lo cual respondió la cantante de
manera muy sutil, que poseía 10, ya que como artista tenía que cuidar mucho su
presentación, tanto para quedar bien con su público, y llevar bien el alto el
nombre del Perú.
En
1970, la compañía FTA, Fabricantes Técnicos Asociados, sello discográfico
representante de la pujante empresa norteamericana RCA Víctor en el Perú la
contrata y firma contrato exclusivo para éste sello presentándola a la prensa y
también su primer trabajo discográfico en el Hotel Crillón, ahora su
representante era el empresario argentino Nilo Marchand y Susy Monge que eran
los ejecutivos de la compañía. En ésa placa titulada "La Morena de Oro del
Perú" graba su primer éxito ya popular, el vals de Augusto Polo Campos
"Regresa", cautivando así al público peruano, destacaron en esa placa
especial: "Tu Voz" de Juan Gonzalo Rosé, "Aunque me Odies"
de Félix Figueroa, "Como una Rosa Roja" de Gladys María Prats,
"José Antonio" de Chabuca Granda, "Que Importa" de Juan
Mosto, "Cariño Malo" de Augusto Polo Campos, y donde se puede
apreciar en la grabación su vasta capacidad expresiva. Para 1971, graba su
segunda placa "Lucha Reyes", donde se hicieron éxitos: "Jamás
impedirás" de José Escajadillo, "Una carta al cielo" de Salvador
Oda, "Propiedad privada" de Modesto López, "Ya ves" de
Augusto Polo Campos. Emociones tan intensas pero muy significativas para su
vida personal y artística hacen que su salud vuelva a resentirse y es internada
por segunda vez en el Hospital Hipólito Unanue, donde se le detecta
Hipertensión arterial y afecciones cardiovasculares, dos enfermedades más se le
sumaron a su débil existencia, que eran verdaderas bombas de tiempo, la primera
vez que fue hospitalizada no era tan conocida, pero en ésta segunda ocasión ya
era una diva y las visitas eran interminables en dicho nosocomio, cuando le
dieron de alta, a su salida fue recibida por artistas, familiares y un numeroso
grupo de admiradores que le entregaron ofrendas florales. Ese mismo año recibe
el "Disco de Oro" por su grabación "Regresa". Obtiene ya su
propio programa radial "Primicias Criollas" que llevaba el auspicio
de la fábrica textil "Benson Polyester"; compartió junto a Enma
Cabrera y Antonio Boza Flores. Y a finales de 1972 hasta mediados del año
siguiente lo acompañó en su programa radial el destacado locutor Alfonso
Delgado. Tuvo una extrecha relación amical con la esposa del entonces
presidente de la república Juan Velasco Alvarado, la señora Consuelo Gonzáles
Posada, quien era infaltable a las audiciones, presentaciones de la artista.
Sus
últimos años:
En
1972, lanza al mercado su tercer larga duración: "Siempre Criolla",
con un régimen más moderado que no pudo conservar por mucho tiempo ya que los
contratos se hacían cada vez más evidentes y el cual la satisfacía. Éxitos como
"Corazón" de Lorenzo Humberto Sotomayor, "De Puerta en
Puerta" de Augusto Polo Campos, "Déjalos" de Félix Pasache,
"Sonrisas" de Pedro Espinel. Ese mismo año es invitada por la Colonia
Peruana en los Estados Unidos y viaja a mediados de año; Sin embargo su médico
particular "Elisbán Lazo", no veía con buenos ojos su ajetreada
agenda y viendo incumplimiento del tratamiento, le vaticinó su pronta
desaparición física ya que en los controles médicos que se hacía mensualmente
ya no hallaba mejora si no más bien complicaciones, y a inicios del año 1973
era desahuciada. Ese año en enero Lucha hizo un breve ingreso al hospital del
Empleado "Edgardo Rebagliatti" donde fue visitada por Augusto Polo
Campos y por Cecilia Bracamonte, le pidió al compositor que le hiciera una
canción especial para ella, ya que su corazón le había dado la señal que tenía
ya que empezar a despedirse de su público, Polo Campos accedió a su pedido y le
compuso el vals "Espera, Corazón" y lo estrena el 18 de enero de 1973
el día del aniversario de la Fundación de Lima.
Su
esfuerzo al cantar hicieron en ella un cuadro muy grave en la diabetes y
mediados de ese año perdió la vista. En ésta última etapa ya conocía a su
último compromiso, el guitarrista Ausberto Mendoza, quien con amor íntegro y
desinteresado, atendía a la cantante en todo los aspectos, y la acompañó hasta
sus últimos momentos de existencia. Lucha Reyes una tarde visita al compositor
Pedro Pacheco en su casa, y al contarle que su fin era inminente, le pidió que
le compusiera un vals especial de despedida, surge así de ése temible presagio:
"Mi Última Canción" y lo graba en su cuarto y último larga duración,
de ésta grabación salen los éxitos: "Soy Tu Amante" de Rafael
Amaranto, "Amor de una Noche" de Pilar Quenés, "Que Viva
Chiclayo" de Luis Abelardo Núñez, "Así lo quieres Tú" de Pedro
Pacheco. A mediados de agosto su estado físico empezó a deteriorarse de manera
rápida y notoriamente teniendo ya que prescindir de una silla de ruedas.
En el
mes de octubre hizo ya sus últimas apariciones en público y se le pudo ver aún
el 28 de octubre en el homenaje que le hizo al Señor de los Milagros en el día
de su recorrido procesional central, sin esperar que sería la última vez que le
rendiría tributo, algunos recuerdan que aquella mañana estaba en silla de
ruedas y con lentes oscuros. La mañana del miércoles, 31 de octubre de 1973 es
invitada a una Misa en la Sociedad Peruana de Actores, por el Día de la Canción
Criolla,
La mañana
de su muerte, se levantó a las seis y media de la mañana. Su adolorido
compañero de la última etapa, Ausberto Mendoza, cuenta: "Ella estaba mal
de la vista. Yo le hacía de todo, hasta la pintaba. Me dijo: hoy día me vas a
poner bien bonita, porque es el día de la canción criolla. Me voy a poner este
vestido rojo, porque soy bien peruana carajo".
"Amaneció
bien lisurienta. En el auto, cuando íbamos a la misa de la Canción Criolla en
la Sociedad de Actores", le dijo al chofer de su auto: oiga tío, no me
ponga radioteatro, carajo. Póngame música criolla... De repente, le dio una
palmada en el hombro. Hizo una leve mueca. Después de otras dos palmadas, y
estas palabras finales: ¡Ay, Dios!". en su vehículo que la trasladó desde
su casa en el distrito de La Victoria hacia el local, faltando tres cuadras,
sufre un infarto fulminante al miocardio, y es llevada al servicio de urgencia
de la Clínica Internacional, donde llegó sin vida, a las 9:45 de la mañana, los
médicos de turno confirmaron el deceso, había perdido la batalla con la
diabetes a la edad de 37 años.
No la
venció la tuberculosis (curada a tiempo). Murió de diabetes que había
envejecido prematuramente sus arterias y produjo un paro cardiaco. Su entierro
fue un río de voces y llanto de gente humilde.
Su
música ha sido reeditada en varios CDs editados por el sello Discos Hispanos
del Perú, bajo los siguientes títulos: "La morena de oro del Perú",
"Siempre Criolla", "Una carta al cielo" y "Mi última
canción".
Murió
el 31 de Octubre de 1973. Lucila Sarcines Reyes se fue cuando estaba en la
cumbre de la popularidad. Sus más aplaudidas interpretaciones fueron los valses
"Regresa", de Augusto polo Campos; "Tu voz", de Juan
Gonzalo Rose; "Como una rosa roja", de María Gladys Pratz; y "Mi
última canción", de Pedro Pacheco.
Los
restos mortales, de la popular intérprete fueron conducidos hacia el Club
"El Sentir de los Barrios" en Lima donde se instaló la capilla
ardiente, el dolor del pueblo Peruano se hizo reflejar en los titulares de los
medios de comunicación, y en los gritos de los canillitas: Lucha Reyes, ha
muerto!.... Para los funerales la cantante fue maquillada y peinada con su
mejor peluca, como fue su deseo, para cuando llegara el nefasto momento, como
también el ser velada en dicho centro musical. Aún se recuerda que el locutor
José Lázaro Tello, con la voz quebradiza anunciaba por las ondas de Radio
Victoria la muerte de la cantante. El jueves 1 de noviembre, el féretro fue
llevado en carroza a la Iglesia de San Francisco, donde se celebró una emotiva misa
de cuerpo presente a las 11:00 de la mañana. Su sepelio fue multitudinario,
tanto era el amor del pueblo por su artista que pusieron resistencia a que
fuese llevada en la carroza fúnebre y la llevaron en hombros, coreando sus
canciones, en un recorrido de tres horas, y unos seis kilómetros hasta el
Cementerio de El Ángel, donde fueron sepultados sus restos el 1 de noviembre.
En 1974, su sello disquero lanza al mercado al conmemorarse el primer
aniversario de fallecimiento, un disco que contenía temas inéditos, y lo plasma
en la placa póstuma: "Lucha por Siempre..Lucha".
En 1991
su vida fue llevada a la Televisión, con una serie llamada "Regresa",
reencarnada por la actriz Zonaly Ruiz, y que estuvo bajo la dirección de Michel
Gómez y escrita por Eduardo Adrianzén.
El
compositor chalaco, Pedro Pacheco, autor del vals, Mi Última Canción, compuesta
a petición de Lucha Reyes, como un presentimiento a su fallecimiento, comentó
en la Clínica, luego de confirmarse la muerte de la cantante: "Jamás
imaginé que esto sería una realidad y a tan corto tiempo...Imagínese que
compuse en una agencia funeraria, donde existe una peña. Ésta es la Agencia
Zamudio, que está al frente del Hospital del Empleado, donde nos reunimos gente
del ambiente criollo".
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