DN. DIEGO QUISPE TITO
El
movimiento pictórico colonial en el Perú, especialmente en el Cusco, tiene sus
propios paradigmas, protagonistas célebres y anónimos, que habiendo nacido en
las entrañas del mismo pueblo, llegaron a destacar y representar corrientes
artísticas; tal es el caso de: Don Diego Quispe Tito, pintor peruano, cusqueño
de nacimiento, de origen indígena, perteneciente a una de las más ilustres
panacas imperiales, considerado como uno de los miembros destacados y el mas insigne representante de la Escuela
Cusqueña del siglo XVII, nació en el distrito de San Sebastián el año de 1611.
Su actividad artística de Diego Quispe Tito se desarrolló a partir de 1627 a
1681, las evidencias documentales respecto a su obra son escasas; pero se sabe
que existe una amplia productividad artística-plástica de éste genial pintor
andino. Fue seguidor del pintor Gregorio Gamarra, que llegó al Cusco, y éste a
su vez fue discípulo del Padre jesuita Bernardo Bitti, con la llegada de éste
clérigo artista marca el inicio del desarrollo del arte cusqueño.
En el
virreinato, muchos pintores indígenas trabajaban como asistentes aprendices a
órdenes de los maestros españoles; pero, a medida que avanzaba el tiempo,
algunos de los indígenas fueron alcanzando la maestría y abriendo talleres
propios, hasta dejar a los maestros españoles, hasta que se produjo la
separación definitiva entre ambos sectores, hecho que, según Mesa Gisbert,
marcaría el punto de partida para la naciente Escuela Cusqueña. Precisamente
entre otros, dos maestros indígenas fueron los que dominan esta corriente
pictórica: Basilio Santa Cruz Pumacallao y Diego Quispe Tito, estas
personalidades terminan por imponer su estilo frente a los españoles y
criollos.
Las
producciones pictóricas de Diego Quispe Tito tuvieron dos etapas. La primera se
caracterizó por la influencia del manierismo, porque en sus obras existen
ciertos rezagos del estilo italiano y la segunda se puede ver la influencia en
los grabados y tablas de artistas flamencos como Antonio Wierix o Ferdinand
Bol.
En la
“Visión de la cruz” (1631) y “La Ascensión” (1634), dos de sus primeras obras,
ya se aprecia la esquematización lineal y el gusto por los elementos
decorativos característicos de las obras de madurez de este autor de
procedencia indígena. Plantas, flores y pájaros autóctonos se mezclan con
arquitecturas extraídas de estampas europeas. Esto, unido a una especial
atención por el detalle y lo anecdótico, dio lugar a una escuela que tuvo gran
repercusión en la tradición pictórica andina.
En el
templo de San Sebastián (Cusco) se conserva la mayor cantidad de sus obras,
agrupada cuatro grandes ciclos: una serie de lienzos sobre la vida de san Juan
Bautista, realizada hacia 1663 en base a los grabados de Cornellis y Phillipe
Galle. Así mismo “La Pasión”, “El Martirio de San Sebastián”, y “Los Doctores
de la Iglesia”. De igual manera pintó otros como: San Isidro Labrador (1680),
La Piedad, hoy en la capilla sebastiana San Lázaro, El Retorno a Egipto (1680),
La Sagrada Familia y una magnífica serie de paisajes. Según los críticos, estudiosos de la escuela
cusqueña, Diego Quispe Tito fue pintor de pueblo, cuyas excepcionales
habilidades llegaron a transformar la pintura cusqueña. Con él sus paisajes
adornados de flores, ríos, cerros se impuso la influencia flamenca. Sus obras
también se encuentran en las iglesias de Santo Domingo, Santa Ana (Cusco), y la
obra cumbre de Quispe Tito es el Zodíaco de la Catedral de Cusco (1681), en
razón a que cada lienzo posee una imagen correspondiente a una casa astral,
relacionada a escena del Evangelio, como parábolas y la vida de Cristo, es
decir que cada signo pertenece a una cita bíblica.
En
1675, siendo ya famoso y solicitado, realizó por encargo de los franciscanos el
gran lienzo de “El de las Postrimerías del Hombre”, conocido como: “El Juicio
Final”, (iglesia de San Francisco- Cusco), en ella se puede observar y apreciar
la variedad de estilos que dominó el artista, como el manierismo, flamenco y el
barroco. Es de señalar que las obras de Quispe Tito fueron enviadas a
diferentes partes del virreinato, como el alto Perú: Bolivia y Ecuador,
marcando fuerte influencia el de la denominada tendencia estilística potosina
(Bolivia) y quiteña (Ecuador), en la que podemos encontrar dos obras firmadas
por él, en la Casa de Moneda de Bolivia y Catedral de Quito Ecuador. Fue Quispe
Tito el maestro cobrizo que introdujo en la pintura cusqueña los elementos
flamencos de paisajes y ciudades, fuentes y jardines, aves y flores, las telas
finas y los brocados en los ropajes femeninos y angélicos. Sus lienzos salieron
del Cusco y llegaron a La Paz y Potosí. Dejó una larga lista de discípulos, la
impronta de su taller y una obra no superada. Está considerado, repetimos, el
mejor pintor indio de la Escuela Cusqueña.
La
Escuela Superior Autónoma de Bellas Artes del Cusco lleva el nombre de este
ilustre pintor colonial cusqueño del siglo XVII, como fue Don Diego Quispe
Tito.
The pictorial colonial movement in Peru,
especially in Cusco, has its own paradigms, famous and anonymous protagonists,
having been born in the bowels of the same people came to stand out and
represent artistic trends; Such is the case of Don Diego Quispe Tito, Peruvian
painter, cusqueño of birth, of Indian origin, belonging to one of the most
illustrious imperial panacas, considered one of the outstanding members and the
most famous representative of the Cusco School of the century XVII, was born in
the district of San Sebastian 1611. his artistic activity Diego Quispe Tito was
developed from 1627 to 1681, the documentary evidence about his work are
scarce; but it is known that there is a broad artistic-plastic productivity of
this great painter Andean. He was a follower of the painter Gregorio Gamarra,
who came to Cusco, and this in turn was a disciple of the Jesuit Father
Bernardo Bitti, with the arrival of this cleric artist development marks the
beginning of Cuzco art.
In the Viceroyalty, many indigenous painters
worked as assistants apprentices orders of Spanish teachers; but as time
progressed, some of the Indians were reaching mastery and opening own workshops
to leave the Spanish masters, until there was a final separation between the
two sectors, a fact that, according to Mesa Gisbert, mark the point starting
for the nascent Cusco School. Precisely among others, two indigenous teachers
were those who dominate this pictorial trend: Basilio Santa Cruz and Diego
Quispe Tito Pumacallao, these personalities end up imposing his style against
the Spanish and Creole.
The pictorial productions Diego Quispe Tito
had two stages. The first was characterized by the influence of Mannerism,
because in his works there are some remnants of the Italian style and the
second you can see the influence engravings and tables flamenco artists such as
Antonio Wierix or Ferdinand Bol.
In the "Vision of the Cross"
(1631) and "The Ascension" (1634), two of his early works, and linear
flowcharting and taste is appreciated by the decorative features of the mature
works of this author of origin indigenous. Plants, flowers and native birds
mingle with architectures drawn from European engravings. This, coupled with
special attention to detail and anecdote, gave rise to a school that had a
great impact in the Andean pictorial tradition.
In the temple of San Sebastián (Cusco) Most
of his works are preserved, grouped four major cycles: a series of paintings on
the life of John the Baptist, made around 1663 based on the recorded Cornellis
and Phillipe Galle. Also "The Passion", "The Martyrdom of Saint
Sebastian" and "Doctors of the Church". Similarly painted others
such as San Isidro Labrador (1680), La Piedad, today in the chapel sebastiana
San Lazaro, Return to Egypt (1680), La Sagrada Familia and a magnificent series
of landscapes. According to critics, scholars from the Cusco School, Diego
Quispe Tito was a painter of people, whose exceptional skills came to transform
cusqueña painting. With him its ornate flowers, rivers, mountains landscapes
Flemish influence prevailed. His works are also found in the churches of Santo
Domingo, Santa Ana (Cusco), and the masterpiece of Quispe Tito is the Zodiac of
the Cathedral of Cusco (1681), for the reason that every canvas has an image
corresponding to a house astral, related to the Gospel scene, as parables and
life of Christ, ie each sign belongs to a biblical quote.
In 1675, already famous and sought after,
made by order of the Franciscans the large canvas of "The of the Last
Things of Man", known as "The Last Judgment" (Church of San
Francisco- Cusco), it can observe and appreciate the variety of styles that
dominated the artist, like mannerism, Flemish and Baroque. It should be noted
that the work of Quispe Tito were sent to different parts of the Viceroyalty,
such as high Peru: Bolivia and Ecuador, marking strong influence on the
so-called stylistic trend Potosi (Bolivia) and Quito (Ecuador), where we can
find two works signed by him in the Mint of Bolivia and Ecuador Quito
Cathedral. Quispe Tito was the coppery teacher who introduced the Flemish
painting cusqueña elements of landscapes and cities, fountains and gardens,
birds and flowers, fine fabrics and brocades in female and angel garments. His
canvases left the Cusco and arrived in La Paz and Potosi. He left a long list
of disciples, the imprint of his workshop and work unsurpassed. It is
considered, again, the best Indian painter of the Cuzco School.
Autonomous School of Fine Arts of Cusco is
named after this illustrious cusqueño colonial painter of the seventeenth
century, as was Don Diego Quispe Tito.
SR. DIEGO QUISPE TITO
Le
mouvement colonial pictural au Pérou, en particulier à Cusco, a ses propres
paradigmes, protagonistes célèbres et anonymes, ayant été né dans les
entrailles du même peuple venu de se démarquer et de représenter les tendances
artistiques; Tel est le cas de Don Diego Quispe Tito, peintre péruvien,
cusqueño de naissance, d'origine indienne, appartenant à l'un des plus
illustres panacas impérial, considéré comme l'un des membres exceptionnels et
le plus célèbre représentant de l'école de Cuzco du siècle XVII, est né dans le
quartier de San Sebastian 1611. son activité artistique Diego Quispe Tito a été
développé 1627-1681, la preuve documentaire sur son travail sont rares; mais on
sait qu'il y a une productivité artistique plastique large de ce grand peintre
andin. Il était un disciple du peintre Gregorio Gamarra, qui est venu à Cusco,
et à son tour, était un disciple du père jésuite Bernardo Bitti, avec l'arrivée
de ce développement religieux de l'artiste marque le début de Cuzco art.
Dans la
vice-royauté, de nombreux peintres autochtones travaillaient comme assistants
apprentis ordres de professeurs d'espagnol; mais avec le temps, certains des
Indiens atteignaient la maîtrise et l'ouverture propres ateliers de quitter les
maîtres espagnols, jusqu'à ce qu'il y avait une séparation définitive entre les
deux secteurs, un fait que, selon Mesa Gisbert, marquer le point départ pour la
naissante école de Cuzco. Précisément, entre autres, deux enseignants
autochtones étaient ceux qui dominent cette tendance picturale: Basilio Santa
Cruz et Diego Quispe Tito Pumacallao, ces personnalités finissent par imposer
son style contre l'espagnol et le créole.
Les
productions picturales Diego Quispe Tito avaient deux étapes. La première a été
marquée par l'influence du maniérisme, parce que dans ses œuvres il y a
quelques restes du style italien et la seconde vous pouvez voir l'influence des
gravures et des tableaux flamenco artistes comme Antonio Wierix ou Ferdinand
Bol.
Dans la
"Vision de la Croix" (1631) et "L'Ascension" (1634), deux
de ses premières œuvres, et linéaire schématisation et le goût est apprécié par
les éléments décoratifs des œuvres de maturité de cet auteur d'origine
indigène. Les plantes, les fleurs et les oiseaux indigènes se mêlent aux
architectures tirées de gravures européennes. Ceci, couplé avec une attention
particulière aux détails et anecdotes, a donné lieu à une école qui a eu un
grand impact dans la tradition picturale andine.
Dans le
temple de San Sebastián (Cusco) La plupart de ses œuvres sont conservées,
regroupées quatre grands cycles: une série de tableaux sur la vie de
Jean-Baptiste, faite vers 1663 sur la base du Cornellis et Phillipe enregistré
Galle. Aussi "La Passion", "Le Martyre de Saint Sébastien» et
«docteurs de l'Eglise". De même d'autres peintes telles que San Isidro
Labrador (1680), La Piedad, aujourd'hui dans la chapelle sebastiana San Lazaro,
Retour à l'Egypte (1680), La Sagrada Familia et une magnifique série de
paysages. Selon les critiques, les chercheurs de l'école de Cusco, Diego Quispe
Tito était un peintre de personnes, dont les compétences exceptionnelles est
venu de transformer la peinture de cusqueña. Avec lui, ses fleurs ornées, rivières,
montagnes paysages influence flamande a prévalu. Ses
œuvres se trouvent également dans les églises de Santo Domingo, Santa Ana
(Cusco), et le chef-d'œuvre de Quispe Tito est le Zodiac de la cathédrale de
Cusco (1681), pour la raison que chaque toile a une image correspondant à une
maison astral, lié à la scène évangélique, comme des paraboles et de la vie du
Christ, à savoir chaque signe appartient à une citation biblique.
En
1675, déjà célèbre et recherché, par ordre des Franciscains de la grande toile
de "The des dernières choses de l'homme", connu sous le nom "Le
Jugement dernier" (Eglise de San Francisco- Cusco), il peut observer et
apprécier la variété de styles qui ont dominé l'artiste, comme le maniérisme,
flamand et baroque. Il convient de noter que le travail de Quispe Tito ont été
envoyés à différentes parties de la vice-royauté, comme la haute Pérou: la
Bolivie et de l'Equateur, marquant une forte influence sur la tendance
stylistique que l'on appelle Potosi (Bolivie) et Quito (Equateur), où nous
pouvons trouver deux œuvres signées par lui dans la Monnaie de Bolivie et
Cathédrale Equateur Quito. Quispe Tito était le professeur cuivrée qui a introduit
les éléments de la peinture flamande cusqueña des paysages et des villes, des
fontaines et des jardins, des oiseaux et des fleurs, des tissus fins et
brocarts dans les vêtements féminins et ange. Ses toiles ont quitté le Cusco et
sont arrivés à La Paz et Potosi. Il a laissé une longue liste de disciples,
l'empreinte de son atelier et de travail inégalée. Il est considéré, encore une
fois, le meilleur peintre indien de l'école de Cuzco.
Ecole
autonome des Beaux-Arts de Cusco est nommé d'après ce cusqueño illustre peintre
colonial du XVIIe siècle, comme ce fut Don Diego Quispe Tito.
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