DAESH:
las siglas que irritan al Estado Islámico….
Los
yihadistas amenazan con cortar la lengua a todo aquel ciudadano que se atreva a
pronunciar el nuevo nombre, acrónimo de al-Dawla al-Islamiya al-Iraq al-Sham.
Sus connotaciones son muy negativas ya que aluden a otros significados como
"el que siembra la discordia".
DAESH o
al-Dawla al-Islamiya al-Iraq al-Sham. Cualquiera que pronuncie esas palabras en
los territorios dominados por el Estado Islámico se enfrenta a una dura
reprimenda. Los yihadistas ya han anunciado que cortarán la lengua al que use
este nombre y esta misma semana azotaban a un niño en una dura reprimenda
pública.
El
terror islamista crece día a día en los territorios dominados, más de
trescientos cristianos han sido secuestrados durante los últimos días, tras la
ejecución de 21 coptos la semana anterior, y las imágenes destrozando, pieza
por pieza, el museo de Mosul han dado la vuelta al mundo.
Sin
embargo, parece que a los líderes del DAESH no les ha sentado nada bien esta
nueva denominación. Abu Bakr Al Bagdadi se jactaba siempre de la complacencia
que las potencias occidentales tenían cuando designaban a su grupo terrorista
como Estado Islámico, pues sentía que se estaba legitimando su auto-declarado
califato que, no olvidar, incluye amplios territorios de España.
DAESH
irrita a los yihadistas no tanto por su significado, sino por las clara
connotaciones negativas que tiene, ya que alude a otros significados
peyorativos en árabe, al sonar igual que términos que aluden a "el que
aplasta algo bajos sus pies" y "el que siembra la discordia".
En
septiembre, el Gobierno francés ya anunció que comenzaría a utilizar el
mencionado acrónimo para "no desdibujar las fronteras entre el Islam, los
musulmanes y los islamistas". En los últimos días, Estados Unidos, en un
discurso de John Kerry, y los miembros
de la Unión Europea han anunciado, y animado, a usar esta denominación.
‘Muerte
a los cruzados’
El
número de cristianos asirios secuestrados por el Estado Islámico sigue
aumentado vertiginosamente. Durante la última semana, las milicias del DAESH se
han llevado a más de trescientas personas, incluyendo mujeres y niños. El
avance de las Unidades de Protección del Pueblo kurdas (YPG) ha desatado la ira
de los yihadistas, que atacan a los más débiles de cada aldea.
Tras
cuatro años de guerra, alrededor de 220.000 personas han muerto en Siria, con
seis millones de desplazados y cuatro millones de refugiados. Ocho meses atrás,
antes de que se autoproclamara el califato del Estado Islámico, las islamistas
rebeldes evitaron las masacres de las minorías cristianas.
Ahora,
los yihadistas han iniciado una terrible campaña mediática contra aquellos a
los que considera "cruzados" (cristianos) en Siria, Libia e Irak.
‘Martillazos’
contra el arte
El
papel que juega Internet y las redes sociales en el mundo es esencial y los
terroristas del DAESH han sabido jugar esas cartas mejor que nadie. Propaganda,
vídeos y más propaganda, ese es el ideario online de los yihadistas, que no
dejaron pasar la oportunidad de mostrar su enésima barbaridad: destruir, pieza
a pieza, las obras de arte y estatuas del museo de Mosul, Irak.
Uno de
los islamistas que aparece en el vídeo justificaba su acción asegurando que
"los pueblos de la antigüedad adoraban a ídolos". Los yihadistas
consideran que establecer dioses de la lluvia o de la guerra va contra el
monoteísmo y recuerdan que el profeta Mahoma ya destruyó con sus propias manos
otras figuras.
El
museo de Mosul contaba con piezas de un valor incalculable, muchas de ellas
únicas, que procedían de las civilizaciones asirias del siglo VI d.C. Entre
ellas, los famosos toros alados de Nínive y Nimrud o figuras de Hatra, una
ciudad situada en el norte de Irak, de más de 2.000 años de antigüedad.
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