Miguel
Grau
(Miguel María Grau Seminario; Paita, 1834 - Punta Angamos, 1879)
Marino y militar peruano. Apasionado del mar desde la infancia, desarrolló una
brillante carrera militar en la marina y llegó a ser diputado. Sus aptitudes
como estratega, así como su lealtad y su heroísmo, brillaron particularmente en
la Guerra del Pacífico (1879-1883), que enfrentó a Perú y Bolivia contra Chile.
El océano fue al principio el más destacado escenario de aquella
guerra, en la que era patente la supremacía de la armada chilena, dotada de
embarcaciones modernas y bien equipadas. La marina peruana apenas contaba con
dos navíos blindados con muchos años de antigüedad, que presentaban problemas
técnicos y de mantenimiento, al igual que sus viejas corbetas y cañoneras.
Pese a ello, uno de los navíos peruanos, el Huáscar, protagonizó
uno de los episodios más heroicos de la contienda. Comandado por el almirante
Miguel Grau, el Huáscar llevó a cabo una auténtica guerra de guerrillas
marítima contra las naves chilenas en 1879. Mediante temerarias acciones
sorpresa en las que hundió diversas embarcaciones enemigas y bombardeó puertos
en poder de Chile, el almirante Grau mantuvo a raya durante meses a los navíos
enemigos, impidiendo con ello el desembarco de las tropas chilenas en
territorio peruano.
Al interferir el transporte de tropas y provisiones que se
dirigían hacia el norte, el Huáscar se convirtió en la pesadilla de los
chilenos. Imposibilitado de continuar la campaña de forma regular, el mando
chileno dio la orden de destruir o capturar el buque. Dos blindados y tres
corbetas de la armada chilena lo esperaron en la mañana del 8 de octubre de
1879 en Punta Angamos, cerca de la localidad de Mejillones. En los primeros
intercambios de artillería el Huáscar quedó inmovilizado y Miguel Grau perdió la
vida. El resto de la tripulación fue capturada y la embarcación arrastrada
hasta el puerto de Valparaíso. El impacto psicológico de esta derrota fue muy
negativo para la moral de las tropas aliadas peruano-bolivianas.
Biografía
Hijo del teniente coronel Juan Manuel Grau Berrío, de
ascendencia catalana, y de Luisa Seminario del Castillo, descendiente de
antiguas familias de la región, la infancia de Miguel Grau transcurrió en Piura
y más tarde en el puerto de Paita, cuando su progenitor fue nombrado vista de
aduana.
En 1843, siendo todavía un niño, el pequeño Miguel se embarcó en
una goleta comandada por Ramón Herrera, gran amigo de su padre, que hacía un
viaje de Paita a Panamá. Lamentablemente la goleta naufragó y, a su regreso al
hogar, su madre no estaba dispuesta a consentir ya nuevos embarques. Ingresó en
el colegio de Nieto, en el cual, según uno de sus biógrafos, Fernando Romero
Pintado, "Miguel se torna taciturno. En el colegio está siempre distraído,
callado, casi hosco. Merodea por la playa apenas terminan las clases y en los
días de vacaciones".
Contaba once años cuando doña Luisa, su madre, aceptó que
volviera a cruzar los océanos. Recorrió entonces todos los mares y durante
nueve años (según el historiador Alberto Tauro del Pino) el joven Grau
"surca mares de Asia, Europa y América en diversos transportes y aun en
buques balleneros". Al regresar al Perú (1853) se radicó en Lima, donde
fue alumno del poeta español Velarde y estudió para ingresar en la Marina.
El 14 de marzo de 1854, con diecinueve años, se convirtió en
guardiamarina y vistió por primera vez el uniforme que cubriría de gloria.
Navegó en los vapores Rímac, Vigilante y Ucayali antes de ser trasladado a la
fragata Apurímac, donde sirvió con Lizardo Montero, otro ilustre marino piurano.
Cuando prestaba servicio en la Apurímac, el comandante de esta nave apoyó la
revolución del general Vivanco. Tras el fracaso del movimiento, y junto con
otros jóvenes oficiales que formaban parte de la tripulación, Miguel Grau fue
separado del servicio (1858) y volvió a la marina mercante.
De
guardiamarina a diputado
Llamado nuevamente, regresó a la Marina el 11 de septiembre de
1863, casado ya con Dolores Cavero, quien le dio nueve hijos. Ascendió a
teniente segundo y el 4 de diciembre del mismo año a teniente primero, para
pasar pocos meses después a capitán de corbeta. Enviado a Europa para traer la
corbeta Unión, llegó a Valparaíso en 1865, año en que fue ascendido a capitán
de fragata, y desde el puerto chileno apoyó la revolución del coronel Mariano
Ignacio Prado.
Siempre al mando de la corbeta Unión, participó en el combate
naval de Abtao (7 de febrero de 1866), y siguió hacia el sur hasta los canales
de Chile, para esperar las nuevas naves adquiridas en Inglaterra. Cuando Prado,
posponiendo a brillantes marinos peruanos, contrató al contralmirante
norteamericano John Tucker para comandar la Armada, Grau protestó y presentó su
renuncia, actitud que fue considerada como rebeldía. Fue preso en la isla de
San Lorenzo y permaneció allí hasta que, después de un largo juicio, salió
absuelto.
Pasó nuevamente a ejercer su profesión de marino en la actividad
privada y tuvo el mando del vapor mercante Puno, propiedad de la Compañía
Inglesa. A finales de 1867 regresó a la Marina en calidad de comandante del
monitor Huáscar. El 25 de julio del año siguiente fue ascendido a capitán de
navío y el 19 de abril de 1873 a capitán de navío efectivo, siendo después,
durante siete meses, comandante general de la escuadra de evoluciones. Pasó
luego a ocupar el alto cargo de comandante general de la Marina.
En 1872, al iniciarse la revolución de los hermanos Gutiérrez,
Grau encabezó el pronunciamiento de la Marina en contra de la dictadura. Al no
ser escuchado para reorganizar y modernizar la Armada, ingresó en la política y
fue elegido diputado por Paita en el período comprendido entre 1876 y 1878.
La
Guerra del Pacífico
En 1879 estalló la Guerra del Pacífico, también llamada Guerra
del Salitre. En aquella contienda Perú y Bolivia se enfrentaron contra Chile
por el control de la región situada al norte del desierto de Atacama, muy rica
en salitre. El primer gran escenario del conflicto fue el mar, el único medio a
través del cual podían desplazarse los ejércitos. Chile contaba con una
escuadra superior a la del Perú, y la flota de Bolivia era inexistente. Cuando
Chile declaró la guerra al Perú, Grau aceptó dirigir la primera división naval
aun a sabiendas de la superioridad que tenía la escuadra chilena en tonelaje,
número de barcos, cañones y espesor de blindaje, frente a la debilidad y mal
estado de las unidades peruanas.
Durante seis meses Miguel Grau, al mando del monitor Huáscar,
lograría impedir el desembarco de las tropas chilenas en el territorio peruano.
Inició su campaña en mayo del mismo año y en su primera acción, el combate
naval de Iquique, hundió la corbeta chilena Esmeralda, capitaneada por Arturo
Prat, que resistió heroicamente. Miguel Grau salvó a los náufragos, lo que hizo
que uno de ellos, al llegar a la cubierta del Huáscar, gritara agradecido:
"Viva el Perú generoso".
El Huáscar realizó en los meses siguientes una serie de acciones
sorprendentes frente a una escuadra tan poderosa como la chilena. Apresó
transportes enemigos, requisó carbón de puertos chilenos y despistó
constantemente a los buques enemigos que recorrían la costa en su busca. El
congreso ascendió a Grau al grado de contralmirante el 26 de agosto de 1879.
La
batalla de Angamos
El primero de octubre de 1879, en la que iba a ser su última
partida, el Huáscar zarpó del puerto de Iquique, donde el transporte Rímac
había desembarcado tropas bajo su protección. Apresó una goleta al sur de
Huasco y el día 5 se hallaba ya en la costa de Coquimbo, territorio chileno. La
marina chilena había renovado los mandos y ordenado su flota en dos divisiones
para cazar al ya célebre navío. Su plan tuvo éxito el 8 de octubre de 1879,
cuando descubrieron al Huáscar en alta mar, frente a Punta Angamos, acompañado
de la Unión, en viaje hacia el norte.
La flota chilena, compuesta por seis barcos todos ellos
superiores al Huáscar en blindaje y potencia de fuego, formaron un círculo para
batirse con el buque insignia de la marina peruana. Grau ordenó a la Unión
retirarse para distraer la flota enemiga, lo que se logró en parte porque dos
corbetas chilenas salieron en su persecución. La Unión fue más rápida y consiguió
escapar; el Huáscar, en cambio, fue encarado por el Cochrane, que con sus
poderosos cañones logró perforar el blindaje del casco y la torre de mando.
El comandante Grau murió despedazado. El mando pasó a Elías
Aguirre, que también murió. Correspondió el turno al teniente primero Melitón
Rodríguez. Caído también él, tocó el mando al teniente Pedro Garezón, quien
conversó brevemente con tres oficiales que quedaban vivos y ordenó hundir la
nave porque ya se encontraba inmovilizada. Los maquinistas abrieron las
válvulas, pero los desperfectos de la maquinaria paralizaron la inmersión,
dando tiempo a que llegaran los buques enemigos, abordaran el monitor y
detuvieran su hundimiento. Miguel Grau pasó a la inmortalidad como un marino
estratega y valiente pero generoso, que cumplió con sus proféticas palabras:
"si el Huáscar no regresa triunfante al Callao, tampoco yo
regresaré".
Miguel
Grau
(Maria Miguel Grau
Seminario, Paita, 1834 - Punta Angamos, 1879) Marino and Peruvian military.
Impassioned sea from childhood, developed a brilliant military career in the
navy and became a deputy. His skills as a strategist, as well as their loyalty
and heroism, shone particularly in the Pacific War (1879-1883), which pitted
Chile against Peru and Bolivia.
The ocean was
initially the most prominent stage of the war, which was evident the supremacy
of the Chilean navy, equipped with modern boats and well equipped. Peruvian
navy only had two armored ships with many years old, which had technical
problems and maintenance, as its old corvettes and gunboats.
Nevertheless, one of
the Peruvian ships, the Huáscar, starred in one of the most heroic episodes of
the war. Commanded by Admiral Miguel Grau, Huascar conducted a veritable war of
maritime guerrillas against Chilean vessels in 1879. By daring surprise actions
that sank several enemy vessels and bombed ports held by Chile, Admiral Grau
kept at bay for months the enemy ships, thereby preventing the landing of
Chilean troops in Peruvian territory.
By interfering with
the transport of troops and supplies heading north, the Huascar became the
nightmare of Chileans. Unable to continue the campaign on a regular basis, the
Chilean command gave the order to destroy or capture the ship. Two armored and
three corvettes of the Chilean navy waited for him on the morning of October 8,
1879 in Punta Angamos, near the town of Mejillones. In the first exchanges of
artillery Huascar was immobilized and Miguel Grau was killed. The rest of the
crew was captured and dragged the boat to the port of Valparaiso. The
psychological impact of this loss was very bad for the morale of the
Peruvian-Bolivian allied troops.
Biography
Son of Lt. Col. Juan
Manuel Grau Berrio, of Catalan descent, and Luisa Seminario del Castillo, a
descendant of old families in the region, the childhood of Miguel Grau spent in
Piura and later at the port of Paita, when his father was appointed custom
view.
In 1843, while still
a child, small Miguel embarked on a schooner commanded by Ramon Herrera, great
friend of his father, who made a trip to Panama Paita. Unfortunately the
schooner sank, and his homecoming, his mother was unwilling to consent and new
shipments. He entered the school Nieto, in which, according to one biographer,
Fernando Romero Pintado, "Miguel becomes morose. The school is always
distracted, quiet, almost sullen. prowls the beach just finish school and the
Holidays".
He was eleven when
Dona Luisa, her mother agreed to go back to cross the oceans. He then crossed
the seas and for nine years (according to historian Alberto Tauro del Pino) the young Grau
"cuts through seas of Asia, Europe and America in various transport and
even whalers." Upon returning to Peru (1853) he moved to Lima, where he
was student of Spanish poet Velarde and studied to join the Navy.
On March 14, 1854,
nineteen, he became a midshipman and dressed for the first time uniform cover
of glory. He sailed in Rimac, Vigilante and Ucayali vapors before being
transferred to the frigate Apurímac, where he served with Lizardo Montero,
another famous sailor piurano. When serving in the Apurimac, the commander of
this ship supported the revolution of General Vivanco. After the failure of the
movement, and along with other young officers who were part of the crew, Miguel
Grau was separated from service (1858) and returned to the merchant navy.
Midshipman
deputy
Called again, he
returned to the Navy on September 11, 1863, already married to Dolores Cavero,
who gave him nine children. He was promoted to second lieutenant and 4 December
of the same year first lieutenant, to spend a few months later to lieutenant
commander. Sent to Europe to bring the corvette Union arrived in Valparaiso in
1865, when he was promoted to commander, and from the Chilean port supported
the revolution of Colonel Mariano Ignacio Prado.
Always in command of
the corvette Union, he participated in the naval battle of Abtao (February 7,
1866), and continued south to Chile channels, to await the new ships acquired
in England. When Prado, putting off a brilliant Peruvian sailors, hired the
American admiral John Tucker to command the Navy, Grau protested and resigned
attitude that was considered as rebellion. He was imprisoned on the island of
San Lorenzo and stayed there until, after a long trial, he was acquitted.
He went back to
practice as a sailor in the private sector and had the command of merchant
steamer Puno, owned by the English company. In late 1867 he returned to the
Navy as commander of Huáscar monitor. On 25 July the following year was promoted
to captain and 19 April 1873 ship captain cash, being then for seven months,
general commander of the squadron of evolution. He went on to occupy the high
office of general commander of the Navy.
In 1872, at the
beginning of the revolution of the Gutiérrez brothers, Grau led the
pronouncement of the Navy against the dictatorship. Not being listened to
reorganize and modernize the Navy, he entered politics and was elected deputy
by Paita in the period between 1876 and 1878.
The
Pacific War
In 1879 the Pacific
War broke out, also called Saltpeter War. In Peru and Bolivia that war they
fought against Chile for control of the region north of the Atacama Desert,
rich in saltpeter. The first major stage of the conflict was the sea, the only
means through which armies could move. Chile had a fleet superior to that of
Peru, and Bolivia's fleet was nonexistent. When Chile declared war on Peru,
Grau agreed to conduct the first naval division even knowing the superiority
that had the Chilean fleet tonnage, number of ships, cannons and thickness of
shielding against weakness and poor condition of Peruvian units .
For six months
Miguel Grau, under the command of Huáscar monitor, achieve prevent the landing
of Chilean troops in Peruvian territory. He began his campaign in May of the
same year and in his first action, the naval battle of Iquique Chilean corvette
Esmeralda sank, led by Arturo Prat, who resisted heroically. Miguel Grau saved
the castaways, which made one of them, to reach cover Huascar grateful shout: "Long
live the generous Peru".
Huascar made in the
following months a series of surprising actions against such a powerful squad
like Chile. He captured enemy transports, coal requisitioned Chilean ports and
constantly misled enemy ships that crossed the coast in search. The conference
reached the degree of Admiral Grau on 26 August 1879.
The
Battle of Angamos
On October 1879,
which was to be his last game, the Huascar left the port of Iquique, where
transport Rimac had landed troops under his protection. He seized a schooner
south of Huasco and day 5 was already on the coast of Coquimbo, Chile. The
Chilean navy had renewed the controls and ordered his fleet into two divisions
to hunt the now famous ship. His plan succeeded Oct. 8, 1879, when they
discovered the Huáscar offshore, off Punta Angamos, accompanied by the Union,
traveling north.
The Chilean fleet of
six ships Huáscar above all in armor and firepower, they formed a circle to
fight with the flagship of the Peruvian navy. Grau ordered the Union to retire
to distract the enemy fleet, which was achieved in part because two Chilean
corvettes off in pursuit. The Union was quicker and managed to escape; Huascar,
however, was approached by the Cochrane, with its powerful guns managed to
pierce the armor of the hull and conning tower.
Grau commander died
dismembered. The command passed to Elias Aguirre, who also died. It's turn
first Lieutenant Meliton Rodriguez. also dropped him, he touched the command
Lieutenant Pedro Garezón, who spoke briefly with three officers left alive and
ordered to sink the ship because he was immobilized. Machinists opened the
valves, but the damage of machinery paralyzed immersion, allowing time to reach
enemy ships, boarded the monitor and stop its collapse. Miguel Grau went to
immortality as a marine strategist and courageous but generous, he fulfilled
his prophetic words: "if the Huáscar not return triumphant to Callao, not
going back."
Miguel
Grau
(Maria Miguel Grau Seminario, Paita, 1834 - Punta Angamos, 1879)
Marino et militaire péruvienne. Passionné de mer depuis l'enfance, a développé
une brillante carrière militaire dans la marine et est devenu député. Ses
compétences en tant que stratège, ainsi que leur loyauté et leur héroïsme, ont
brillé en particulier dans la guerre du Pacifique (1879-1883), qui a opposé le
Chili contre le Pérou et la Bolivie.
L'océan a d'abord été l'étape la plus importante de la guerre, qui
était évidente la suprématie de la marine chilienne, équipée de bateaux
modernes et bien équipées. marine péruvienne avait seulement deux navires
blindés avec de nombreux ans, qui ont eu des problèmes techniques et de
maintenance, comme ses anciens corvettes et canonnières.
Néanmoins, l'un des navires péruviens, le Huáscar, a joué dans l'un
des épisodes les plus héroïques de la guerre. Commandée par l'amiral Miguel
Grau, Huascar a mené une véritable guerre de guérilla maritimes contre les
navires chiliens en 1879. En osant des actions surprises qui ont coulé
plusieurs navires ennemis et les ports bombardés détenus par le Chili, l'amiral
Grau maintenue à distance pendant des mois les navires ennemis, empêchant ainsi
le débarquement des troupes chiliennes sur le territoire péruvien.
En interférant avec le transport des troupes et des
approvisionnements en direction du nord, le Huascar est devenu le cauchemar des
Chiliens. Impossible de poursuivre la campagne sur une base régulière, la
commande chilienne a donné l'ordre de détruire ou de capturer le navire. Deux
corvettes blindés et trois de la marine chilienne attendaient le matin du 8
Octobre 1879 à Punta Angamos, près de la ville de Mejillones. Dans les premiers
échanges d'artillerie Huascar a été immobilisé et Miguel Grau a été tué. Le
reste de l'équipage a été capturé et traîné le bateau au port de Valparaiso.
L'impact psychologique de cette perte a été très mauvais pour le moral des
troupes alliées Pérou-Bolivie.
biographie
Fils du lieutenant-colonel Juan Manuel Grau Berrio, du catalan
descente et Luisa Seminario del Castillo, un descendant de vieilles familles de
la région, l'enfance de Miguel Grau a passé à Piura et plus tard au port de
Paita, lorsque son père a été nommé vue personnalisée.
En 1843, alors qu'il était encore enfant, petit Miguel a entrepris
une goélette commandée par Ramon Herrera, grand ami de son père, qui a fait un
voyage à Panama Paita. Malheureusement, la goélette a coulé, et son retour à la
maison, sa mère ne voulait pas consentir et de nouvelles expéditions. Il est
entré dans l'école Nieto, dans lequel, selon un biographe, Fernando Romero
Pintado, "Miguel devient morose. L'école est toujours distrait, calme,
presque maussade. Rôde la plage juste finir l'école et la jours de vacances
".
Il était onze heures quand Dona Luisa, sa mère a accepté de revenir
à traverser les océans. Il a ensuite traversé les mers et pendant neuf ans
(selon l'historien Alberto Tauro del Pino) les jeunes Grau "coupe à travers les mers d'Asie, d'Europe et d'Amérique dans divers transports et même les baleiniers." À son retour au Pérou (1853), il a déménagé à Lima, où il était étudiant du poète espagnol Velarde et a étudié à se joindre à la Marine.
Le 14 Mars, 1854, dix-neuf ans, il est devenu un aspirant et habillé
pour la première couverture uniforme du temps de gloire. Il a navigué dans
Rimac, Vigilante et les vapeurs Ucayali avant d'être transféré à la frégate
Apurímac, où il a servi avec Lizardo Montero, un autre célèbre piurano marin.
Au moment de servir dans l'Apurimac, le commandant de ce navire a soutenu la
révolution du général Vivanco. Après l'échec du mouvement, et avec d'autres
jeunes officiers qui faisaient partie de l'équipage, Miguel Grau a été séparé
du service (1858) et est retourné à la marine marchande.
adjoint
Midshipman
Appelé à nouveau, il est retourné à la Marine le 11 Septembre 1863,
déjà marié à Dolores Cavero, qui lui a donné neuf enfants. Il a été promu
lieutenant en second et 4 Décembre de la même année le premier lieutenant, de
passer quelques mois plus tard au grade de lieutenant commandant. Envoyé à
l'Europe de porter la corvette Union est arrivée à Valparaiso en 1865, quand il
a été promu commandant, et depuis le port chilien a soutenu la révolution du
colonel Mariano Ignacio Prado.
Toujours à la tête de l'Union des corvettes, il a participé à la
bataille navale de Abtao (7 Février, 1866), et a continué le sud aux canaux
Chili, d'attendre les nouveaux navires acquis en Angleterre. Lorsque Prado,
remettant un brillant marins péruviens, a embauché l'amiral américain John
Tucker pour commander la Marine, Grau a protesté et a démissionné l'attitude
qui a été considéré comme une rébellion. Il a été emprisonné sur l'île de San
Lorenzo et y est resté jusqu'à ce que, après un long procès, il a été acquitté.
Il est retourné à la pratique comme un marin dans le secteur privé
et avait le commandement du marchand vapeur Puno, détenue par la société
anglaise. À la fin de 1867, il est retourné à la Marine en tant que commandant
du moniteur Huáscar. Le 25 Juillet l'année suivante a été promu au grade de
capitaine et 19 Avril 1873 capitaine de navire de trésorerie, étant alors
pendant sept mois, commandant général de l'escadron de l'évolution. Il a
continué à occuper les hautes fonctions de commandant général de la Marine.
En 1872, au début de la révolution des frères Gutiérrez, Grau a
conduit le prononcé de la Marine contre la dictature. Ne pas être écouté de
réorganiser et de moderniser la Marine, il est entré en politique et a été élu
député par Paita dans la période entre 1876 et 1878.
La
guerre du Pacifique
En 1879, la guerre du Pacifique a éclaté, aussi appelé War salpêtre.
Au Pérou et en Bolivie que la guerre ils se sont battus contre le Chili pour le
contrôle de la région nord du désert d'Atacama, riche en salpêtre. La première
étape majeure du conflit était la mer, le seul moyen par lequel les armées
pouvaient se déplacer. Le Chili avait une flotte supérieure à celle du Pérou,
et la flotte de la Bolivie était inexistante. Lorsque le Chili a déclaré la
guerre sur le Pérou, Grau a accepté de mener la première division navale même
en sachant la supériorité qui avait le tonnage de la flotte chilienne, le
nombre de navires, de canons et de l'épaisseur de blindage contre la faiblesse
et le mauvais état des unités péruviennes .
Pendant six mois, Miguel Grau, sous le commandement du moniteur
Huáscar, obtenir empêcher le débarquement des troupes chiliennes sur le
territoire péruvien. Il a commencé sa campagne en mai de la même année et dans
sa première action, la bataille navale de Iquique corvette chilienne Esmeralda
a coulé, dirigé par Arturo Prat, qui a résisté héroïquement. Miguel Grau a
sauvé les naufragés, qui ont fait l'un d'entre eux, pour atteindre couvrir
Huascar shout reconnaissants: «Vive le généreux Pérou".
Huascar fait dans les mois à la suite d'une série d'actions
surprenantes contre une telle équipe puissante comme le Chili. Il a capturé les
transports ennemis, charbon réquisitionnée ports chiliens et les navires
ennemis constamment égarés qui ont traversé la côte à la recherche. La
conférence a atteint le degré de l'amiral Grau le 26 Août 1879.
La
bataille de Angamos
En Octobre 1879, qui devait être son dernier match, le Huascar a
quitté le port d'Iquique, où le transport Rimac avait débarqué des troupes sous
sa protection. Il a saisi une goélette au sud de Huasco et le jour 5 était déjà
sur la côte de Coquimbo, Chili. La marine chilienne avait renouvelé les
contrôles et a ordonné sa flotte en deux divisions pour chasser le désormais
célèbre navire. Son plan a réussi le 8 octobre 1879, quand ils ont découvert le
Huáscar en mer, au large de Punta Angamos, accompagné de l'Union, voyageant
vers le nord.
La flotte chilienne de six navires Huáscar surtout dans l'armure et
la puissance de feu, ils ont formé un cercle pour se battre avec le navire
amiral de la marine péruvienne. Grau a ordonné à l'Union de prendre sa retraite
pour distraire la flotte ennemie, qui a été réalisé en partie parce que deux
corvettes chiliens à la poursuite. L'Union a été plus rapide et a réussi à
échapper; Huascar, cependant, a été approché par la Cochrane, avec ses canons
puissants ont réussi à percer l'armure de la tour de la coque et Conning.
Grau commandant est mort démembré. La commande passée à Elias
Aguirre, qui est également mort. Il est au tour de premier lieutenant Meliton
Rodriguez. également laissé tomber, il a touché le commandement lieutenant
Pedro Garezón, qui a parlé brièvement avec trois officiers laissé en vie et a
ordonné de couler le navire parce qu'il a été immobilisé. Machinistes ont
ouvert les vannes, mais les dégâts des machines paralysés immersion, permettant
le temps d'atteindre les navires ennemis, sont montés à bord du moniteur et
d'arrêter son effondrement. Miguel Grau est allé à l'immortalité comme un
stratège marine et courageux, mais généreux, il a accompli ses paroles
prophétiques: "si le Huáscar pas retourné triomphal à Callao, pas revenir
en arrière."
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